Sinopsis: acompañamos a Robbie Williams (Jonno Davies) a lo largo de su vida, desde sus humildes orígenes, su participación en la "boy band" Take That, y su enorme éxito como solista para el que quizás no estaba preparado.
Reseña: Nunca fui seguidor de Robbie Williams. Conozco pocas de sus canciones y prácticamente no sabia nada de su vida al momento de ver Better Man: La Historia de Robbie Williams (me limitaré a llamarla Better Man en lo sucesivo). Para empeorar la situación, como dije previamente, no suelo disfrutar los biopics hollywoodenses sobre artistas musicales por el simple hecho de que al buscar retratar de la manera más verídica posible sus vidas en la mayoría de los casos muchos hechos se repiten (empiezan desde abajo, tropiezan, logran el éxito con crisis existenciales o abusos de sustancias en el medio) por lo tanto las tramas se sienten repetitivas y cansadas. Por eso a pesar de la gran aceptación tanto de la crítica como del el público no esperaba disfrutar mucho de Better Man. Afortunadamente resultó una experiencia espectacular, profunda y emotiva que parte de la estructura narrativa convencional mencionada elevándola con su virtuosismo técnico y creativo.
Creí que la idea de representar a Robbie Williams como un simio durante toda la cinta seria un forzado truco para simular innovación pero terminó pareciéndome una fantástica decisión que funciona en múltiples niveles: como metáfora de diferentes aspectos de la personalidad de Williams, tanto del sujeto detrás de la estrella mundial como también de esta última y a medida que la historia avanza entendemos otros significados igualmente potentes. Además logra disipar las constantes comparaciones que podríamos hacer entre el actor Jonno Davies y el real Robbie Williams para apreciar completamente su excelente interpretación. Finalmente, los efectos visuales de la legendaria compañía Weta Digital encargados de esta impresionante creación desde luego son perfectos, no solo por su enorme realismo sino porque logran que no se pierda un ápice de las expresiones del actor de manera que a pesar de estar viendo a un simio hablar/comportarse como humano lo aceptamos rápidamente y no se vuelve un fin por si mismo.
Como dije antes la historia de Better Man no es muy original y su desarrollo es bastante conocido pero su impacto reside en su profundidad temática y complejos personajes. El guion de Michael Gracey, Simon Gleeson y Oliver Cole se encarga de tratar difíciles temas como las adicciones, la importancia de la salud mental, la explotación de la industria musical (incluso en menores de edad) sin usar un tono aleccionador o amarillista, sino que están integrados eficientemente al desarrollo del protagonista imperfecto, con inseguridades acarreadas desde pequeño y aún así siempre con una actitud positiva contagiosa frente al mundo logrando lo que toda biopic debe hacer: ser una viva representación de todo lo que es el artista en cuestión tanto sus significados, sus aportes como también de la persona común detrás. El libreto además se encarga de construir detalladamente a los personajes y sus relaciones con Williams (su padre, su madre, su abuela, su amigo de la infancia, figuras conocidas que se cruzaran en su ascenso al estrellato) evitando los clichés y logrando fuertes emociones en momentos de revelaciones, enfrentamientos o tristes perdidas. Varios de estos momentos musicalizados por emblemáticas canciones de Williams. No se si estas fueron inspiradas por los eventos que complementan en la película (estimo que sí) pero funcionan a la perfección provocándome más de un nudo en la garganta (aunque la que mejor funcionó fue My Way de Frank Sinatra).
La dirección de Michael Gracey me pareció fenomenal, desbordante de energía tanto por su frenético ritmo como también por su gran creatividad. Algunos números musicales son abrumadores no solo por el gran despliegue coordinado de decenas de personas en pantalla sino por el preciso manejo de cámara que por momentos rivaliza al de La La Land. Tal vez en algunos pasajes esta desbordante espectacularidad se siente innecesaria (como en el festival de Knebworth) pero en general todo esta al servicio de representar los grandes conflictos internos del Robbie Williams y su significativa evolución.
Como mencioné el desempeño de Jonno Davies me pareció excepcional. Tal vez no lo parezca tanto por dar vida a una creación digital pero sus expresiones faciales, su lenguaje corporal y su voz son perfectos (en los diálogos ya que las re-interpretaciones de las canciones estuvieron a cargo, en su mayoría, de Adam Tucker), más allá de su parecido con el real Robbie Williams, para conformar un personaje multifacético como también muy humano a pesar de su apariencia. El resto del casting hace un gran trabajo, Alison Steadman como la amorosa abuela Betty, Kate Mulvany como la sufrida madre Janet, Frazer Hadfield como su amigo de toda la vida Nate y Raechelle Banno como la cantante Nicole Apleton con quien Williams tuvo una conflictiva relación amorosa, todos tienen momentos brillantes y emotivos. Pero mi favorito del elenco secundario sin dudas fue Steve Pemberton como el ausente padre Peter. Su personaje es de los más fundamentales para la historia y la construcción de esta y su relación con su hijo son de mayor complejidad que las del resto y Pemberton logra imprimir pasión y emoción a cada aspecto de su rol (desde los reprochables hasta los que nos generan empatía).
Tengo que recomendar con confianza Better Man tanto para fans de Robbie Williams como también para quienes nunca siguieron a este artista (como yo) ya que se trata de un excelente biopic musical que parte de una premisa clásica para lograr algo muy ambicioso y estimulante como también conmovedor. En mi humilde opinión mucho más satisfactoria que la reciente A Complete Unknown como biopic y mejor que Wicked y Emilia Pérez como musical (aunque con esta ultima la cosa no era muy difícil).
Calificación: 9
No hay comentarios:
Publicar un comentario