Sinopsis: Luego de un intercambio de drogas truncado en el que el hijo de una poderosa mafiosa es asesinado, el oficial encubierto Walker (Tom Hardy) debe involucrarse para salvar al principal sospechoso, el hijo del poderoso político Lawrence Beaumont (Forrest Whitaker) para quien Walker hizo favores en su momento de los cuales se arrepiente.
Reseña: Con sus clásicos modernos como The Raid: Redemption y su secuela Barandal el director/guionista Gareth Evans demostró un enorme virtuosismo para orquestar espectaculares secuencias de acción, impresionantes no solo por su apropiada brutalidad y por sus perfectas coreografías de peleas sino por funcionar como catarsis de historias, individuos y conflictos bien planteados y desarrollados. Tal vez la trama de Redemption era bastante simple y la de Barandal innecesariamente enmarañada para ocultar un argumento y personajes trillados pero de todas formas funcionaban para darle sustento a los enfrentamientos elaborados y constantes que constituían la mayor parte de ambas cintas aumentando enormemente su impacto emocional y visceral. Y supongo que la nueva de Evans Estragos (disponible en Netflix) podría catalogarse en la misma descripción de Barandal: una película de acción con demasiados personajes y sub tramas poco originales que parecen excusas para aumentar la cantidad de individuos involucrados en persecuciones automovilísticas, balaceras y salvajes peleas. ¿El resultado? Probablemente la mejor película de acción del año.
Sin dudas Estragos tiene notorias fallas: la acción muchas veces se excede en intensidad y aparatosidad afectando a su realismo, esto empeorado por efectos digitales algo burdos y al tener tantos individuos dentro de la trama sus personalidades y motivaciones nunca se desarrollan apropiadamente degenerando en personajes solo distinguibles por sus características más convencionales. Pero a fin de cuentas todo esto que menciono afecta muy poco a la asombrosa experiencia total de Estragos que logra unificar sus numerosas premisas y abigarrado submundo criminal con Tom Hardy como el protagonista Walker. Hardy ya ha probado muchas veces ser un excelente actor, con gran talento tanto para el drama como en papeles más "físicos" y con gran humor logrando un personaje imperfecto, simpático y a la vez formidable como también con una interesante historia pasada que lo lleva a un presente de soledad y remordimiento. Tan solo el carisma de Hardy seria suficiente para lograr una entretenida cinta pero el guion de Evans se encarga de presentar a los numerosos personajes con eficientes diálogos y fugaces pero significativos momentos para que entendamos en tiempo récord la compleja red de corrupción, alianzas, traiciones y venganza que desencadenaran la frenética violencia. Los primeros 40 minutos quizás sean relativamente tranquilos (pero no aburridos debido a la abundante información que se nos brinda) pero necesarios para que entendamos las acciones que irán tomando los protagonistas, sus consecuencias y para que el desenlace sea enormemente satisfactorio.
La dirección de Evans me pareció desbordante de energía e ingenio como siempre con fantásticos planos secuencias, sobrios encuadres y, desde luego, brutales peleas excelentemente filmadas siempre claras y que permiten apreciar la destreza física de los actores. También aprecié que no fuese temeroso de mostrar abundante sangre y muertes sumamente dolorosas que en muchos casos terminan causando risas nerviosas por su delirante ocurrencia y ejecución (al menos en personajes que resultan antipáticos). Como dije creo que no se alcanzó la perfecta combinación de complejidad acrobática y realista violencia que la que vimos en The Raid pero eso no quita que sean casi igual de disfrutables y electrizantes.
La fotografía de Matt Flanery me pareció bellamente diversa y muy apropiada para contextualizar a los personajes y sus respectivas situaciones e idiosincrasias. La música de Aria Prayogui complementa con gran estilo tanto el drama como la acción. Y el montaje a cargo de Matt Platts-Mills y Sara Jones añade un gran ritmo y claridad a complejas escenas que podrían haber degenerado en un descontrol ruidoso e ineficaz. En cuanto al elenco se las ingenia para dar profundidad a sus poco definidos roles (al menos al principio). Una vez avanzada la historia con algunos giros y revelaciones resultan complejos y humanos. De todas formas tanto Tom Hardy como Jessie Mei Li, Forrest Withaker, Timothy Olyphant, Justin Cornwell, Quelin Sepulveda y Yann Yann Yeo (solo por mencionar a los más memorables) logran actuaciones vibrantes y creíbles funcionando perfectamente dentro del tono e intenciones de la película.
Con apenas poco más de cien minutos incluyendo créditos Estragos es una fenomenal cinta que nunca aburre, emociona y asombra sin preocuparse mucho por una narrativa ordenada o un argumento complejo. Aun así su espectacularidad audiovisual y las poderosas emociones que logran transmitir los actores y actrices la hacen una experiencia absolutamente recomendable (al menos en mi humilde opinión). Tal vez sea demasiado extrema para algunos, ya sea que no toleren la abundante violencia o que les parezca ridículo el desfile de excesos pirotécnicos y sangre. Pero como fan del trabajo previo de Gareth Evans (tanto en acción como en terror) fue un enorme gusto verlo de nuevo en su mejor forma, sobre todo en una época con cintas del genero tan anémicas, sin estilo y temerosas de escandalizar al público. Tan solo la balacera en el club nocturno vale el ver esta producción de streaming en la comodidad de nuestra casa.
Calificación: 9.5