Sinopsis: El agente de inteligencia británica George Woodhouse (Michael Fassbender) es encomendado por su superior para investigar quien filtró un peligroso sistema informático, tarea que podría ser muy difícil ya que su esposa, la también espía Kathryn (Cate Blanchett), es una de los cinco sospechosos.
Reseña: Después de la floja Presence el director Steven Soderbergh y el guionista David Koepp vuelven a colaborar y se redimen con Código Negro, un elegante y sobrio thriller de espionaje que no necesita de aparatosas secuencias de acción ni excesivos adornos estilísticos para atraparnos con su realista retrato de este misterioso mundo.
El guion de Koepp se desarrolla con maestría jugando con nuestras expectativas y arrojándonos información no de forma completa dejando que el espectador llene los huecos con sus propias especulaciones y sospechas tanto sobre los sucesos que vemos, el nivel de importancia de lo que esta en juego y las complejas personalidades de los protagonistas como también las motivaciones que podrían tener para traicionar a su país (o a sus parejas sentimentales). Al mismo tiempo que el protagonista vamos conociendo aspectos de quienes lo rodean logrando un gran nivel de intriga y suspenso sobre todo en las escenas que interactúan y discuten sobre diversos temas. Las dos reuniones en la película (una al principio y una al final) son las mejores escenas perfectamente llevadas, impactantes por las revelaciones y los giros pero por sobre todo por su sutil construcción en la que los diálogos y los individuos involucrados resultan fascinantes por sus dispares puntos de vista y los secretos que ocultan.
Como acostumbra Soderbergh en sus películas la cinematografía es pulida y atractiva, la edición precisa y la música apropiadamente sencilla. El ritmo es parsimonioso pero nunca aburrido ya que el director entiende que con personajes bien construidos e interesantes y un misterio introducido adecuadamente no es necesario acelerar las cosas. No hay que esperar fantasías absurdas en el estilo de las películas de Mission: Impossible o James Bond sino actividades frías y meticulosas como en Tinker Tailor Soldier Spy o Bridge of Spies que resultan aun más asombrosas y emocionantes por su realismo y componente humano e ideológico.
El elenco me pareció excelente. Las estrellas protagonistas Michael Fassbender y Cate Blanchett ya han demostrado su enorme talento muchas veces por eso no es sorpresa que logren ser totalmente convincentes y vibrantes como el matrimonio de espías con complicadas idiosincrasias y frías visiones del mundo. A su vez Tom Burke, Marisa Abela, Regé-Jean Page y Naomie Harris como los otros cuatro sospechosos e integrantes de la central de inteligencia británica también logran poderosas actuaciones con diversos estados emocionales y una excelente química.
Si tuviese que quejarme de algo diría que Código Negro termina sintiéndose más satisfactoria en su transcurso que en su conclusión. No me malinterpreten, la historia y los personajes me dejaron muy satisfecho como también sus elementos políticos relacionados con uno de los principales conflictos bélicos de la actualidad invitando a provocativas reflexiones sobre las difíciles decisiones que podrían o deberían tomarse para solucionarlo. Pero cuando todos los cabos terminan atándose no pude evitar sentir que la forma opacó al fondo y que lo que podría haber sido un muy ambicioso thriller político a nivel global resultó una sencilla "lucha de poder" entre un minúsculo grupo de individuos interesantes por si mismos pero no demasiado trascendentales o memorables.
De todas formas recomiendo con total confianza Código Negro tan solo por el excelente elenco y el ingenioso y metódico guion que logra grandes dosis de intriga con su ingenio, realismo y excelente confección. No será una cinta demasiado innovadora o profunda pero entretiene y nos invita a ejercitar la mente en sus económicos 90 minutos de duración, sin relleno innecesario, baratos trucos dramáticos ni costosos efectos especiales. Eso es algo raro de ver hoy en día. Por suerte Soderbergh después de tantos años aun no pierde su integridad artística, aunque a veces el resultado falle muchas otras veces funciona.
Calificación: 8.5
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