Sinopsis: La corista Shelly (Pamela Anderson) debe replantearse su futuro cuando el espectáculo en el que participa desde hace 30 años será cancelado en poco tiempo.
Reseña: A primera vista The Last Showgirl podrá parecer como otro simple drama sobre un individuo cercano a la tercera edad que al enfrentar una inminente crisis es invadido por la nostalgia de sus mejores épocas y la necesidad de enmendar errores del pasado. Algo así como The Wrestler de Darren Aronofsky pero con una protagonista mujer en este caso y trasladado al mundo de los shows de Las Vegas. Por suerte la directora Gia Coppola y la guionista Kate Gersten buscaron ir más lejos (aunque no demasiado) incorporando a la simple y reciclada trama una narrativa menos estructurada y un poderoso subtexto sobre la industria del "entretenimiento masculino".
Creo que lo que mejor funciona en The Last Showgirl es su sutileza. En vez de llevar al extremo su visión sobre el mercado de la belleza que usa y desecha a las mujeres (como hizo The Substance) la directora prefiere compartir los aspectos cotidianos de personas dentro de ese ambiente, sin necesidad de forzado melodrama ni momentos impactantes, y que nosotros saquemos nuestras propias conclusiones. Así acompañamos a la veterana bailarina Shelly en su día a día, su convivencia con sus compañeras y amigas dentro y fuera del teatro y sus intentos de recomponer su relación con su hija Hannah a quien desatendió en su infancia por estar "viviendo su sueño". Por medio de diálogos que pueden parecer triviales podemos entender en profundidad la personalidad de Shelly, su postura frente a la vida y las razones de sus decisiones las cuales puede cuestionar en momentos de debilidad pero de las que no se arrepiente. A la vez su grupo de amigas ayuda a ampliar el retrato que la cinta busca sobre la lógica cosificadora de la mujer en la sociedad, tanto los problemas a los que deben enfrentarse como también las razones por las que deciden entrar en ese juego. Desde las protagonistas más jovenes a las mayores sirven como representaciones de las diferentes etapas por las que pueden pasar las mujeres en un ambiente tan sórdido como Las Vegas. El guion de Gersten logra una gran profundidad y humanidad con sus reducidos recursos narrativos gracias a su disciplina y precisión, calificativos que aplican también a la dirección de Gia Coppola no yendo por el camino fácil de escenas lacrimosas o duelos actorales logrando un relato sumamente genuino y sobrio.
El elenco hace un gran trabajo. Desde luego el plato fuerte es Pamela Anderson en el primer papel "serio" de su carrera sumamente importante para la actriz como reinvención y significativa por su historia como sex-symbol eternamente menospreciada en todo lo que no fuera su belleza física. Si bien no creo que su actuación sea extraordinaria o que aporte demasiada textura a su personaje Anderson presta solido desempeño y carga sin problemas la película en sus hombros. Jamie Lee Curtis brilla en todas sus escenas como la ex-corista y coctelera Annette, aportando humor y en ocasiones sabios consejos provenientes de su dura experiencia, Dave Bautista como el director de escena Eddie ofrece una actuación sutil que expresa diversos sentimientos reprimidos, Brenda Song y Kiernan Shipka como las jovenes compañeras de Shelly aparecen poco y aun así son memorables tanto por su desempeño como por su función en la historia, Billie Lourd como la hija Hannah tiene un papel menos lucidor pero aun así lo hace bien, y finalmente Jason Schwartzman en su cameo como un apático director tiene la mejor escena de la película que engloba bastante su crudo mensaje.
Entre mis quejas podría mencionar que, a pesar de disfrutar la sencillez narrativa de The Last Showgirl, terminé sintiendo algo simple tanto a la protagonista como su evolución durante el metraje. Creo que se podrían haber agregado algunas piezas más a sus reflexiones y preocupaciones como también a la resolución. Al mismo tiempo la sub-trama con la hija distanciada durante años también me pareció muy cliché y menos significativa que el resto del libreto además de que tiene como resultado algunas escenas dramáticas poco creíbles.
De todas formas tengo que recomendar The Last Showgirl como un sencillo pero resonante drama que aporta un interesante punto de vista a una historia contada muchas veces añadiendo profundidad y momentos conmovedores. Como dije antes se trata de una obra sutil tanto desde lo técnico como lo artístico pero no quita que sea accesible y disfrutable, sin necesidad de momentos desgarradores o excesos creativos para transmitir validas ideas. Y recomendada para los que no entendieron la sátira de Showgirls de Paul Verhoeven (ustedes se lo pierden).
Calificación: 8
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