Sinopsis: La noche de la final del mundial de futbol de 1978 un grupo de torturadores que trabaja para la dictadura militar detiene a un grupo de supuestos miembros de montoneros y los llevan a un centro clandestino de detención. Pero con el correr de las horas comienzan a pensar que no son quienes creen que son.
Reseña: A pesar de que el horror es uno de mis géneros favoritos no puedo negar que las producciones cinematográficas de este estilo en mi país, Argentina, suelen ser insulsas, poco originales o sencillamente malas. Pero en los años recientes hubo agradables sorpresas en la forma de dos películas, Aterrados y Cuando Acecha la Maldad (ambas dirigidas por Demián Rugna), que lograron ser impactantes e innovadoras por lo que creció mi esperanza de que el terror argentino comenzara a elevar la mediocre vara que tuvo prácticamente siempre. Tal vez eso pase pero no con cintas como 1978.
El argumento si bien no es muy original tenia potencial pero los directores Luciano y Nicolas Onetti no supieron encontrar el enfoque apropiado o no se decidieron bien que hacer con este. Con sus breves 76 minutos de duración (incluyendo créditos) durante casi la mitad de la película solo vemos a los protagonistas torturando, asesinando o teniendo otras conductas despreciables pero estos son totalmente unidimensionales. Los típicos villanos motivados por su propia maldad y nada más. No necesito un gran desarrollo o personalidades multifacéticas pero si mayor dinamismo en el ritmo y tono de la historia que se vuelve rápidamente cansada y repetitiva. Lo peor es que se desperdicia absurdamente a dos excelentes actores como Carlos Portaluppi y Mario Alarcon en estos roles simples y trillados. Me hubiese gustado que se dedicara más tiempo al personaje de Agustín Pardella como un policía joven que cuestiona los métodos de los mayores. Pero no hay tiempo para eso porque en la segunda mitad comienza "lo bueno"... nada que no hayamos visto decenas de veces antes en otras cintas, ya sean del estilo "posesión satánica" o hasta de zombies.
Quiero aclarar que no necesito un subtexto poderoso, profundos simbolismos o inteligente critica social para disfrutar una cinta del género fantástico. Ni siquiera necesito complejos personajes ni grandes actuaciones. Sin ir más lejos la mencionada Aterrados casi no tenia historia ni trasfondo pero compensó estas falencias con un impecable diseño de producción y una excelente dirección tanto desde lo tonal como lo visual logrando momentos perturbadores, impactantes y memorables. Por el contrario 1978 falla en cuanto a ritmo y creatividad. No negaré que tiene algunos buenos momentos de tensión y de buen "gore" pero son muy esporádicos y fugaces.
No hay mucho más para decir. La principal falla de 1978 es que no aporta nada nuevo ni al género del horror ni a la memorización de los crímenes cometidos por la dictadura de 1976 a 1983 que ya ha tenido lugar en numerosas películas ficticias y documentales. No diré que usar este trágico periodo histórico como contexto de la trama sea una burda explotación pero al mismo tiempo termina sintiéndose totalmente innecesario y como un desesperado intento por añadir relevancia social a una mediocre cinta de terror sobrenatural. Vuelvo a decir que una historia y personajes sencillos podrían elevarse con una dirección atrevida y ágil que no tema horrorizar ya sea con violencia o conceptualmente pero no la lograron los hermanos Onetti. Al menos lo intentaron.
Calificación: 5
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