Sinopsis: El inventor Wallace crea un gnomo robot capaz de realizar todo tipo de tareas sin imaginar que un antiguo rival podría utilizarlo para vengarse.
Reseña: Lo más común es que al oír sobre animación familiar uno piense primero en la realizada por computadora ya que hace casi 30 años (desde la precursora Toy Story allá por el año 1995) esta técnica revolucionó la industria y se volvió la principal generadora de ingresos en el entretenimiento infantil. Desde el principio, año tras año, las películas familiares animadas que lideran la taquilla son las producciones de Disney, Pixar, Dreamworks y demás empresas consolidadas en Hollywood. Y si bien uno podría pensar que todo aquel que quiera dedicarse al cine animado iría por el camino más fácil (y redituable) del realizado por ordenador, por suerte aun quedan artistas en el mundo interesados en revindicar herramientas tradicionales pero igualmente validas para contar historias ingeniosas y divertidas. La reconocida mundialmente productora inglesa Aardman Animation se dedica hace décadas a la realización de cortos y películas animadas mediante la técnica "stop-motion" (animación fotograma a fotograma) con personajes hechos de arcilla o plastilina sobre maquetas con un nivel artesanal virtuoso digno de admiración.
Su ultima producción trae de regreso a sus personajes mas emblemáticos: El excéntrico inventor Wallace y su fiel compañero el perro Gromit. La historia de Wallace y Gromit: La Venganza Se Sirve Con Plumas (disponible en Netflix) comienza con la pareja teniendo que afrontar deudas ya que Wallace se la pasa inventando cosas para facilitarle su vida a él y a su perro en su casa. Y cuando inventa un robot muy inteligente útil para tareas del jardín y el hogar los vecinos le ofrecen dinero por contratar sus servicios. De esto se entera el pingüino Feathers McGraw desde la prisión en la que cumple condena hace años (luego de que la pareja protagónica frustrara su robo del gran diamante azul) y se las ingenia para manipular al gnomo mecánico y complicar las cosas.
Wallace y Gromit: La Venganza Se Sirve Con Plumas hace uso del característico humor absurdo e ingenioso al que nos tiene acostumbrado el veterano Nick Park (esta vez co-guionista y co-director) realizador de las clásicas Chicken Run y Wallace & Gromit: The Curse of the Were-Rabbit. A diferencia de las producciones yankis que se conforman con ruidosas secuencias de accion, chistes de golpes o referencias a la cultura pop, Wallace y Gromit: La Venganza Se Sirve Con Plumas maneja un estilo mucho más sutil, en el que las risas que nos genera provienen de las interacciones de los personajes, sus excentricidades... o de ver a un pingüino como un formidable criminal. Una vez más los realizadores de este estudio demuestran su excelencia logrando personajes vibrantes de gran expresividad con mínimos recursos. El pingüino Feathers McGraw con minúsculos ojos negros, sin diálogos y sin emitir sonidos logra generar las mejores risas de la pelicula. Lo mismo el ya conocido perro Gromit, sin boca pero con un amplio rango de expresiones digno de admiración. En cuanto al elenco debo aplaudir el impecable trabajo de Ben Whitehead en la difícil tarea de remplazar al fallecido Peter Sallis en el papel de Wallace. El parecido es casi perfecto y Whitehead ya es un experimentado actor de doblaje por lo que además su labor es destacable sin importar las comparaciones. Y lo mismo para el resto: Lauren Patel como la entusiasta nueva oficial de policía Mukherjee, Peter Kay como el inspector Mackintosh más preocupado en su retiro que resolver cualquier misterio que surge, y Reece Shearsmith como Norbot, la ultima creación de Wallace. Todos ofrecen un dedicado y simpático desempeño acorde a las excentricidades de los personajes.
Además de ser una muy graciosa y entretenida comedia Wallace y Gromit: La Venganza Se Sirve Con Plumas ofrece profundas reflexiones sobre los desmedidos avances en tecnología (como la inteligencia artificial), la cada vez mayor dependencia que tenemos en cuanto a esta y las complicaciones que podría traernos en el futuro como también expresa una añoranza por la simplicidad de tiempos pasados.
Después de tantos elogios tengo que nombrar algunos aspectos de Wallace y Gromit: La Venganza Se Sirve Con Plumas que no me gustaron. La historia es bastante simple y creo que no suficiente para justificar ochenta minutos de duración de la película. Por eso creo que escenas y situaciones se estiran demasiado y por momentos la experiencia se vuelve algo cansada en la segunda mitad. También sentí algunos elementos algo forzados (como una de las soluciones al problema de los robots).
Pero esa quejas resultan menores en comparaciones de las grandes virtudes de Wallace y Gromit: La Venganza Se Sirve Con Plumas. Tal vez no sea tan memorable como las mencionadas Chicken Run y Wallace & Gromit: The Curse of the Were-Rabbit pero sigue siendo una gran demostración de excelencia artística al servicio de contar una historia ingeniosa y divertida con personajes entrañables. Muy recomendada para toda la familia.
Calificación: 8.5
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